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Dramaturgo, poeta y recopilador del folclore irlandés, John Millington Synge (1871-1909) es una de las figuras claves del renacimiento literario de aquel país y uno de los fundadores del Abbey Theatre de Dublín.
Los protagonistas de sus obras son hombres y mujeres que enfrentan un destino aciago, que rechazan las pautas establecidas y que procuran un ideal de vida contrapuesto a la norma social imperante. «Deirdre de los penares», su última obra, es una recreación dramática de una de las figuras más emblemáticas de la tradición literaria gaélica, que brilla a la misma altura que la griega, la india o la sumeria. Arrebatada por la intensidad de su amor, su pasión por la vida, la lucha por su libertad y su dignidad como mujer, Deirdre acepta la muerte como consecuencia de sus decisiones. Una tragedia impregnada de tonalidades arcaicas que confieren al texto una dimensión épica.
La obra de Synge (1881-1909) es más conocida en España que leída. Desconozco ediciones realizadas en España de este autor irlandés, con excepción de Las islas Arán por la editorial Alba, aunque en su momento cayó en mis manos un ejemplar de este dramaturgo con sello mexicano o argentino, adquirido en una librería de lance. Ahora la ADE publica una de sus obras más emblemáticas, Deirdre de los penares, la última escrita, una tragedia apoyada en la tradición gaélica, que recoge tradiciones de aquella cultura, al tiempo que plantea la trágica consecuencia de la decisión de una mujer. Deirdre, una joven, decide obrar a dictados de su corazón y rechazar el cortejo real, para casarse con Naisi. La decisión significa la adopción de una determinación libre y funesta que contraviene el deseo regio; supone la muerte que los dos amantes conscientemente aceptan y que irremisiblemente se producirá transcurrido el plazo en el que les es posible esconderse, siete años. Subyace en esta obra de Synge el tradicional esquema trágico y sobresale por la disposición de la joven y las motivaciones del amor- pasión que desoirá los consejos de la razón, encarnados en la criada y el aya de Deirdre. A tenor de esta postura, se suceden las escenas donde los conflictos se suceden, mientras la amenaza sobrevuela las acciones de la joven y de los más próximos. El ritmo versal, imposible de respetar en la traducción, pero que se escucha en la lectura, incrementa la tensión dramática conforme se aproxima el trágico momento, en el que los jóvenes son descubiertos.
Comenta Denis Rafter en un sabroso prólogo que la obra de Synge tiene como telón de fondo el intempestivo y bravío Atlántico que rompe con fuerza en la costa occidental de Irlanda, y que forja recias gentes, que no temen la muerte, ni las contradicciones que pueda causar la adopción de resoluciones gestadas con libertad. Este sentimiento se desprende de la lectura de Deirdre de los penares. Junto a la sucesión de avatares de los protagonistas se entreven en esta obra luchas por el poder, la imposición de la fuerza del más poderoso y costumbres que remiten a las tradiciones en las que bebe esta tragedia, inspirada en alguna de sus leyendas. A su vez el editor recoge un prefacio de Yeats, escrito en 1910 que explica la reescritura de las obras dramáticas que practicaba Synge. De hecho, comenta Yeats, ésta aunque concluida, quería ser retocada por el dramaturgo para subrayar el carácter trágico.
Deirdre de los penares cuenta con una extensa y rigurosa introducción de Manuel Vieites, Deirdre: pasión y muerte de una heroína nuestra, en la que el editor se detiene en el estudio de la última obra de Synge, después de enmarcarla en el contexto histórico literario. Antes de aproximar al lector al perfil del autor, tan nombrado como desconocido en su lectura directa, Vieites se detiene en describir los principales acontecimientos del teatro anglo-irlandés, ofreciendo un cúmulo de datos y referencias relevantes para el conocimiento de una literatura dramática cercana y lejana a un tiempo. Comenta, entre otras cuestiones, la búsqueda de una identidad en el teatro como divisa de un reconocimiento como nación con personalidad propia, una realidad practicada también en otros pueblos, cuando las costumbres se enraízan en tradiciones ancestrales. Esta introducción es una referencia inexcusable para conocer tanto al dramaturgo como el teatro del arranque del siglo XX y termina con una valiosa y amplia bibliografía.
José Gabriel López Antuñano
Edición de Manuel F. Vieites.
Traducción de Denis Rafter y Manuel F. Vieites.
Edición en papel: Madrid, 2014. 188 págs.
ISBN (papel): 978-84-92639-55-7
Edición digital: Madrid, 2020
ISBN (epub): 978-84-17189-29-7