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Segunda parte de esta magna obra, que incorpora además un anexo al período recogido en el primer volumen y algunos apéndices relativos al epistolario
Juan Antonio Hormigón nos tiene acostumbrados a la magnitud de sus investigaciones teatrales. Podríamos citar, a modo de ejemplo, otros títulos publicados en esta misma colección como los cuatro volúmenes sobre Autoras en la Historia del teatro español (1500-2000) o los tres volúmenes de Directoras en la Historia del Teatro Español (1550-2000). Su capacidad de trabajo, de documentación e investigación, están fuera de toda duda, aunque no por ello nos dejan de sorprender. Y es que resulta sin duda impresionante la obra que aquí presentamos. Acaba de ver la luz la tercera parte de su extensa Biografía cronológica y Epistolario de Valle-Inclán. Un extenso y minucioso trabajo sobre la vida y las obras de Don Ramón, que Juan Antonio Hormigón ha estructurado en tres partes. La primera es la Biografía cronológica I (1866-1919), publicada en 2006, ya reseñada en el número 114 de esta revista, de enero-marzo 2007 por Rodolfo Cardona. El tercer volumen se refiere al Epistolario, también reseñado en el número 112, de ADE-Teatro, de octubre-diciembre 2006, por María Teresa Cattaneo. Con la publicación de este Volumen II, en dos tomos, concluye este enorme trabajo que, indiscutiblemente, resulta una publicación indispensable para conocer con rigor y objetividad la vida del autor y comprender así mejor su obra. Como señala en su reseña Rodolfo Cardona, tenemos una auténtica “enciclopedia” sobre este escritor, depurada de errores, anécdotas, invenciones, leyendas, ausencias y fantasías.
No cabe duda de que Juan Antonio Hormigón es un experto conocedor de Valle-Inclán. No sólo como director ha montado varias obras de Valle. También ha publicado varios libros, numerosos artículos, ha dirigido Congresos y Catálogos como el del “Cincuentenario”. Su larga trayectoria relacionada con el autor ha sido señalada ya en las anteriores reseñas citadas y para quienes le conocemos resulta evidente. Con todo esto quiero apuntar que nos encontramos no sólo ante un especialista en Valle, sino que además se muestra siempre apasionado por su teatro. He aquí los ingredientes de esta obra: investigación rigurosa, trabajo exhaustivo, conocimiento del autor y de su obra y pasión por el tema abordado. El resultado no podía defraudarnos. Creo que los futuros estudiosos de Valle-Inclán no podrán prescindir de este trabajo y además agradecerán la labor de investigación, de recopilación de datos objetivos y objetivables realizada por Juan Antonio Hormigón.
No voy a referirme a los otros dos volúmenes (I y III), ya reseñados en estas páginas, y voy a abordar únicamente los dos tomos que constituyen el Volumen II, que concluyen la investigación y cierran el tríptico. Si el primer volumen ya incluía varias páginas de “Agradecimientos”, en este segundo el autor añade aún algunos más. Este dato no es sino un síntoma del arduo y complejo trabajo de búsqueda y documentación realizado por Juan Antonio Hormigón. A continuación explica la estructura tipográfica de la obra, las abreviaturas realizadas, incluye una fe de erratas del Volumen I y la corrección de un dato citado en dicho volumen. Sin embargo deseo detenerme un poco más en el siguiente apartado. Se titula “1866-1919. Anexo”. Se trata de una serie de nuevos hallazgos e informaciones sobre Valle- Inclán referidos al periodo ya estudiado en el primer tomo. Quiero destacar la fluidez de la escritura, el tono personal, que no sólo facilitan su lectura, sino que además de alguna manera va atrapando al lector -de Hormigón- que se siente contagiado por esa pasión e interés -por Valle-Inclán-. Y cito unas líneas: “Un volumen de gran porte, encuadernado en cartoné forrado de papel rojizo de aguas, llamó mi atención. Lo abrí despacio y me encontré con la primera entrega de los Recuerdos de la vida literaria 1900-1910 de Manuel Gálvez. La impresión de que iba a encontrar allí nuevos datos sobre Valle-Inclán se hizo más patente y el corazón produjo algunos breves latidos más veloces. Fui pasando las páginas con delectación y cuidado, observé el índice, deduje dónde podía rastrear lo que centraba mis querencias y en efecto, allí estaba: en el capítulo titulado “Intermedio madrileño”, Gálvez se extendía en informaciones bastante precisas y consideraciones personales sobre el escritor gallego… Tuve como es lógico un acceso de alegría, sumido de inmediato en cierta sorda cólera y una moderada melancolía fruto de la impotencia”. Juan Antonio Hormigón describe perfectamente en estas líneas la sintomatología de toda investigación y, con él, sus lectores aprendemos también a deambular por el laberinto de la vida y la obra de Don Ramón.
La extensión del segundo Volumen, de más de mil páginas, obliga a su autor a dividirlo en dos tomos: 1920-1930 y 1931-1936. Como ya ocurriera en el primer volumen, se trata de una pormenorizada biografía cronológica, descrita año a año, sin ninguna ausencia. No hay un solo periodo omitido. Pero no se trata de una biografía al uso. Juan Antonio Hormigón se empeña en descubrir la cara oculta, ignorada o disfrazada de Valle, su rostro desconocido, siempre aportando la documentación, el testimonio, el dato, es decir, la prueba objetiva. Y todo ello completado con fotografías, caricaturas, retratos, grabados, dibujos, que ilustran los hechos mencionados.
La biografía cronológica, dividida en años, ofrece datos variados e, incluso, dispares. Por ejemplo se aportan informaciones de tipo sociológico: “Madrid ha duplicado su población respecto a 1900 y cuenta con más de 950.000 habitantes”; datos referidos a la vida política o económica, a la historia contemporánea del autor. Comprendemos las fobias y filias que suscitaba el escritor, las aventuras y desventuras de su cargo como Director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma, con documentos tan variados como informes, facturas, presupuestos, compras, etc.; conocemos su matrimonio y posterior divorcio de la actriz Josefina Blanco. Multitud de cartas, de recortes de periódico, de reseñas y comentarios sobre las obras de Valle, sus estrenos teatrales, sus conferencias, la gestación y publicaciones de novelas completan el trabajo. Juan Antonio Hormigón revive el día a día del escritor no sólo en lo que se refiere a su actividad literaria. Viajes, dolencias, homenajes, su galleguismo, encuentros y desencuentros, van insertándose como si de un puzzle se tratara para construir la vida de Valle, una vida con toda su complejidad y diversidad. Sus relaciones literarias ocupan sin lugar a dudas un espacio importante y en muchas ocasiones se corrigen datos que Juan Antonio Hormigón descubre como erróneos: “A Ramón Sender [1982] le traiciona la memoria cuando afirma que este encuentro se produjo “en el verano de 1934”. Valle-Inclán pasó este periodo completo en Roma…”.
La organización de esta detallada y original biografía resulta además muy clara para el lector. Cada año aparece estructurado en epígrafes que se refieren a distintos acontecimientos ordenados cronológicamente siempre. Distintos tipos de letra facilitan la comprensión de los datos: en unos casos Juan Antonio Hormigón ofrece hechos objetivos: “(1920) 15 de abril, en la Ilustración Española y Americana reimprime tres cuentos: Malpocado, El miedo y Un cabecilla. Ese mismo día el Comité Nacional de las Juventudes Socialistas reunido en Madrid, decide transformarse en Partido Comunista Español…”. En otras ocasiones reproduce, con tipografía diferente, la gran cantidad de documentos variados que cita: cartas, reseñas, poemas, facturas, etc. Finalmente Juan Antonio Hormigón, cuando lo estima oportuno, introduce un “Comentario” donde aclara, puntualiza o interpreta ciertas cuestiones. Así: “Comentario: El grito de una madre: “Las últimas líneas de la cita anterior son particularmente importantes para comprender el origen del episodio del niño muerto por una bala que aparece en la escena XI de Luces de Bohemia. Se ha considerado habitualmente que Valle-Inclán leyó la noticia en un periódico, sus palabras revelan sin embargo que lo contempló directamente.”
Tras la muerte de Valle, aún incluye los cuatro años posteriores en un apartado que titula: “Algunos hechos más: 1937-1940”, con referencias al hijo de Valle, Carlos y a los bienes o documentos del escritor. Cuatro Apéndices de cartas concluyen el libro. No sólo contienen las epístolas, por ejemplo de Federico de Onís o de Rubén Darío, sino que además se aportan antecedentes, circunstancias, interpretaciones. La enorme Bibliografía manejada y el utilísimo Índice Onomástico de más de cuarenta páginas cierran este gran trabajo.
En definitiva Juan Antonio Hormigón ha efectuado una investigación magnífica, en su cantidad y en su calidad, fruto de mucho tiempo, de numerosos viajes, de un trabajo de documentación sorprendente, cuyo resultado será sin duda de gran utilidad para las futuras generaciones interesadas por Valle-Inclán, y por todo ello es justo reconocer nuestro agradecimiento. Desde estas páginas damos la enhorabuena al autor, de quien siempre serán deseables nuevas aportaciones al mundo de las artes escénicas.
Madrid, 2007;1121 pgs
ISBN (10): 84-95576-52-X (Obra completa)
ISBN (13): 978-84-95576-52-1 (Obra completa
ISBN: 978-84-95576-60-6 (volumen II)